Capítulo 1

-Levántate __(tu nombre)-gritó mi madre desenfrenada desde el primer piso

-No, aún es muy temprano, son las…-miré mi teléfono-once de la mañana, déjame dormir-y me tapé hasta la cabeza.

-¿Lo olvidaste?, ¿Sabes qué día es hoy?-me preguntó ya dentro de mi habitación

-Sí, y no quiero recordarlo, déjame dormir-dije sin mover sin siquiera un pelo

-Que ya vamos tarde, ve a ducharte y por lo que supongo no has hecho tu maleta, así que ya ve haciéndola, te espero abajo

-¿Ya vamos tarde para qué?-pregunté dudosa

-¿En verdad no lo recuerdas?-negué con la cabeza-hoy es 7 de Diciembre, el cumpleaños de tu abuela- ¡no puede ser! Lo olvidé

-¿Por qué iremos allá?-le pregunté, pues nunca íbamos a visitarla, vive en Atlanta, Georgia  desde hacia 3 años. Mamá dice que es porque el abuelo siempre quiso ir y cuando el falleció quiso cumplir su sueño aunque ya no estuviera con ella físicamente, lo estaría mentalmente.-además siempre la saludamos por video llamada-es un tanto moderna

-Por eso mismo, iremos a visitarla por una semana, ¿qué mejor regalo que ese?

-Dormir sería un buen regalo para mí-me tapé otra vez hasta la cabeza

-Ashh-salió de mi habitación

-¡¡¡Al fin se fue!!!-dije feliz

-No me he ido-me dijo- tienes dos opciones, o te levantas por las buenas, o por las malas-me advirtió

-¿Qué vas a hacer?, ¿Tirarme los pies y arrastrarme? Já-le dije en tono de burla inocente para que  no se enojará

-Bueno… tu preferiste por las malas-me levantó el cubrecama y me tiró un vaso de agua

-Pero-me miré la ropa-¿qué te pasa?

-Te dije que te levantaras-y se fue de mi habitación-EN UNA HORA TE QUIERO ACÁ ABAJO BAÑADA Y CON TUS MALETAS-me gritó ya desde el primer piso

-Mhm... ok-bufé molesta

Me levanté de mala gana, hice mis maletas y me duché. Llevaba 3 maletas grandes, era como para quedarme por un mes, soy exagerada, lo sé, pero no sabía como estaba el tiempo allá así que me aseguré de llevar un poco de todo.

-Ya estoy lista mamá-me miró raro-¿qué?   

-¿Por qué las tres maletas? Sólo nos quedaremos por una semana, no una eternidad…

-Lo sé, es que no soy adivina, no sabes como está el tiempo así que me aseguré de que no me faltara nada-le dije con una sonrisa y me sonó el estomago, recordé que no había desayunado-¿qué hora es?, tengo hambre, ¿qué comeré?

-Mmm… las 1:17, ya vámonos, se nos está haciendo tarde-tomó una de mis maltas y la suya y nos fuimos a tomar un taxi

-Mamá-la regañé-tengo hambre

-Comerás en el aeropuerto-me dijo ya subiéndonos al taxi

¿Les he contado sobre mi familia?, creo que no.  Bueno, mis padres se divorciaron cuando tenía apenas 5 años, no lo tomé bien al principio, pero luego me explicaron que ya no sentían lo mismo que antes, que querían estar con alguien a quien en verdad amasen y que aún eran jóvenes y podían rehacer sus vidas. Él ahora vive en Los Ángeles, California, EE.UU junto con mi hermano mellizo Chaz.  Tiene 9 al igual que yo, ¿no? Es obvio…

Al igual que con la abuela, hablamos por video llamada casi todos los días, lo extrañaba un montón. Según lo que mamá me comentó en el camino al aeropuerto él también iba a ir de visita a Atlanta donde la abuela.

                                                ***

-Despierta __(tu nombre), ya llegamos-me habló mi madre remeciéndome suavemente para que me levantara

- Si, un momento-hice como si estuviera haciendo fuerzas-no puedo, el asiento me pide a gritos que tome una siesta-dije bostezando

-Ay, no seas payasa, Chaz y la abuela nos esperan afuera-al decir eso, me levanté rápidamente

-¿Qué esperas? Vámonos ya-le dije firme bajando del avión

-Ya, ya calma, si voy yendo

Bajamos del avión y fuimos directo a recoger nuestras pertenencias en el recibidor. Al salir de ahí no se encontraba ni la abuela, ni Chaz, así que preferimos ir a sentarnos para esperar  a que llegaran.  Estuvimos más o menos una hora sentadas esperando, me aburrí demasiado, pero creo que mamá no, porque estuvo todo el tiempo conversando con una señora hasta que se tuvo que ir, era de su edad creo, pelirroja, delgada y de ojos verdes, muy bonita.  Al parecer tenía un hijo, creo que también era de mi edad, era blanquito, rubio y con unos ojos cafés hermosos, en realidad era muy bonito.

-Mamá-le dije para llamar su atención

-¿Sí?

-¿Esa de allá no es la abuela?-le pregunté

-No, no es la abuela-y se dio vuelta otra vez, yo me quedé con la duda, se parecía demasiado

-¡Hola cariño!-dijo una voz muy familiar a mis espaldas, casi me mata del susto

-¡Abuelaaaaaaa!-grité emocionada mientras me volteaba y me lanzaba a sus brazos-te dije que era la abuela y no me creías-le dije a mi madre-¡Chaz!-grité nuevamente y me tiré en sus brazos

-Haha hola-me dijo correspondiendo a mi abrazo

-No saben cuánto los extrañé-les dije poniéndome sentimental

-Y nosotros a ti mi vida-dijo mi abuela contenta dándome otro abrazo

-¿Ahora si puedo saludar a mi madre?-dijo mamá

-Haha si ahorita-mientras la soltaba del abrazo

-Ay mamá, me haces tanta falta, te extrañé muchísimo-dijo mi madre a la abuela mientras se ponía a llorar de la emoción

-¡Aww!  Un abrazo familiar-tomé a Chaz del brazo y las abrazamos

-Claro, y a mi me dejas en el olvido –dijo Chaz despegándose del abrazo con un tono de resentido con mamá

-Por supuesto que no hijito mío, tú también me has hecho mucha falta amor… ven aquí-lo abraza como si fuera a caer de un precipicio-nunca te olvidaría

-Emm… tengo hambre-les dije sobándome el estómago-¿a qué hora nos vamos a casa?

-Mmm… ¡ahora!-respondió mi abuela y todos nos dispusimos a salir de ahí  irnos al estacionamiento

-Arruina momentos-dijo mi querido hermano mientras caminábamos en un susurro que alcancé a oír

-Hey, te escuché-lo golpeé en el brazo

-Hace cuatro años no abrazo a mi madre verdadera y tu lo arruinas con un “tengo hambre”- dijo fastidiado e imitando mi voz en el tengo hambre.  ¿madre verdadera?, ¿a qué se refería con eso? No entiendo…

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No les pude subir ayer, mi mamá me quitó la laptop porque no ayudé a mi hermano en algo -.-  Pero bueno, ahí se los subí, espero que les haya gustado♥ ¡las quiero mil!